martes, 8 de mayo de 2012

Inteligencia ejecutiva

La Inteligencia ejecutiva es un nuevo modo de definir la inteligencia humana. Durante mucho tiempo se ha pensado que su tarea principal era conocer, pero ahora sabemos que su función esencial es dirijir el comportamiento mediante metas elegidas, utilizando para ello el conocimiento y la gestión de las emociones. No basta con almacenar conocimientos, no basta con desarrollar la inteligencia emocional. Haberlo olvidado es la causa de graves problemas personales, educativos y sociales. La inteligencia ejecutiva se encarga de hacer proyectos, tomar decisiones, utilizar los conocimientos, gestionar las emociones, mantener el esfuerzo, aplazar la recompensa, realizar metas a largo plazo. En ella tiene su origen la libertad humana.

Esta nueva idea de inteligencia hace posible una nueva pedagogía. Podemos educar la gran máquina generadora de ocurrencias, para que sea eficaz y brillante, y debemos educar las funciones ejecutivas, para seleccionarlas y ponerlas en práctica. Ambas cosas hacen posible la Educación del Talento. Nuestro gran objetivo.

Esa inteligencia no es innata, el niño tiene que aprenderla. Será su gran talento. Ayudarle a que lo consiga debe ser el gran objetivo educativo inmediato. Estamos en el inicio de una nueva era.

Tras el auge del estudio de la inteligencia cognitiva primero y la inteligencia emocional después, emerge ahora con fuerza la noción de inteligencia ejecutiva. El filósofo José Antonio Marina desvela las claves de su funcionamiento en el cuarto volumen de su Biblioteca Universidad de Padres.


Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "La inteligencia ejecutiva", José Antonio Marina. Ariel, 2012. 224 págs. 16'00€

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