jueves, 28 de marzo de 2013

Desahucio en primera persona

Son las siete y pico de la tarde y en un céntrico domicilio de la Barcelona de finales de 2012 suena el timbre de la puerta. Los niños, curiosos, salen para ver quién llama, esperando encontrar quizá un amigo de la familia, o un vecino. Al abrir, el mayor anuncia:

-“Mamá, es un señor”.

Por las mañanas, cuando trabajo sola en casa, no suelo abrir la puerta. Las puertas de la mañana siempre abren malas noticias. Pero las ocho menos veinte de la tarde suelen traer amigos o un vecino al que se le ha caído un calcetín.

En cuanto enfrento al tipo del rellano sé lo que ha llegado.

-"Le traigo una comunicación del juzgado.”

Así comienza el relato en primera persona de A la puta calle, nueva obra de la periodista, escritora y editora Cristina Fallarás (Zaragoza, 1968), la historia real del largo camino que recorre una familia acomodada de profesionales de clase media desde el bienestar económico hasta la privación y, finalmente, el desahucio en los comienzos de una crisis que empieza a castigar con severidad a sus primeras víctimas.

A la puta calle no se trata de una obra de ficción surgida de la imaginación de la autora, sino de su propia historia, una historia real que comienza cuatro años atrás, momento en el que ella es despedida del diario en el que trabaja como subdirectora, estando embarazada de ocho meses. Ahí arranca su particular recorrido de descenso en la escala social que pasa por un progresivo aislamiento social y profesional, estrecheces económicas de todo tipo y aventuras empresariales diversas con el objetivo de mitigar una deuda que, con una familia en marcha, no cesa de crecer.

Este conjunto de elementos, que sobrarían para componer una estupenda novela, tiene un impacto mayor cuando, como es el caso, se trata de una realidad que pone nombre y rostro concretos a una historia que es común también a muchos otros. Como la propia autora dice en las primeras páginas, “Yo soy una más, un ejemplo de todo esto. Solo eso”.

La autora parte de la convicción de que verbalizar las cosas es el primer paso para aceptarlas o para cambiarlas. Como sostiene ella, “lo que no se enuncia, de alguna manera no existe”. Y añade: “Por eso este libro no es una compilación de datos –hay muchas, basta con buscarlas en Internet-, sino la descripción de cómo sucede un desahucio, qué pasos llevan hasta él y cómo afecta a la vida del desahuciado, a su familia y a las relaciones con el entorno”.

Ciertamente, A la puta calle es todo eso. Pero también es la crónica de la lucha desigual de una mujer valiente que decide remar a contracorriente a pesar de saber de antemano que todos los vientos soplarán en su contra.

Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "A la puta calle", Cristina Fallarás. Emecé 2013. Rústica con solapas. 160 págs. 12'90€

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