Texto de Tino Pertierra. Publicado en Diario Información.
Simplemente Bruce. Sin etiquetas ni subtítulos pomposos. Sin el
sello The Boss. Bruce Springsteen ha dado el visto bueno a una
biografía y ha colaborado activamente en su realización. El autor
de la proeza se llama Peter Ames
Carlin y para arrancar nada mejor
que viajar al momento en que alguien llamó Boss al cantante: «Fue
a principios de 1971, en el comedor de un frío apartamento en los
alrededores del centro de Asbury
Park. Bruce tenía un especial talento para el Monopoly marca de la
casa al que jugaba. En esa versión,
las reglas oficiales del juego apenas se aplicaban. La verdadera diversión comenzaba entre los turnos de jugadores, cuando establecían alianzas, acuerdos, sobornos
y artimañas, coacciones y todo lo
que cualquier jugador ajeno a esas
reglas propias consideraría trampa. Y ahí es donde Bruce se lucía,
debido, en parte, a su agudo poder
de persuasión y a la ventaja que le
otorgaban las bolsas de chocolatinas, los bollos y las latas de Pepsi
que llevaba a la partida. Bruce
ganó tantas partidas de Monopoly
con este método que lo empezaron a apodar «el rey de la comida
basura». Pero este sobrenombre
solo duró hasta que Bruce, que
también poseía talento para inventar apodos, se sacó de la manga uno para él mismo: el «Boss».
Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "Bruce", Peter Ames Carlin. Libros Cúpula, 2013. Tapa dura con sobrecubierta. 536 págs. 23'95€
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