Fernando Obs tiene una discográfica independiente por la que han pasado grupos
peculiares y ruinosos. Se mueve por el mundillo underground de Barcelona intentando
pasar desapercibido en la medida de lo posible hasta que una noche, en un bar del barrio
de Gràcia, llega un joven pidiéndole una oportunidad para su carrera. Es Barry Lete, un
cantante desesperado por encontrar una discográfica. Sin embargo, Fernando Obs tiene
otros objetivos a corto plazo: escribir un libro acerca de la vida de su padre, un artista que
“casi” triunfó en los años sesenta y setenta y que todo el mundo ha olvidado. Injustamente,
claro.
Fernando, a través de varias visitas a un psiquiatra llamado Sigmund Floyd, narra la
historia de su progenitor, Constancio Obs, alias Cuchi Cuchi, con el objetivo de reivindicar
su figura dentro de la música española mediante un libro biográfico. El psiquiatra no tarda
en darse cuenta de que aquel supuesto niño prodigio era un tanto peculiar: fruto del
incesto, nacido a los cinco meses de gestación, muestra los mismos talentos excepcionales
que defectos físicos y lo sitúan cerca del club de los excepcionales “savants”. Las
curiosísimas enfermedades psicosomáticas que padece, como el “Mengüismo Mediático”
sus diálogos paranormales con un walkie‐talkie o, ya de adulto, su hiperpotencia sexual,
eran tan únicas que ninguna de ellas había sido estudiada por la ciencia. El niño prodigio y
toda su familia, en definitiva, es una muestra clara de todo lo que se necesita para ser un
buen outsider.
A medida que conocemos su biografía, nos damos cuenta de la enorme importancia que
tuvo ese pequeño genio en el mundo del pop de los últimos cuarenta años, silenciada por
oscuros intereses de la multinacional con la que firmó por veinte años en un régimen
cercando a la esclavitud. Y es que la carrera del niño prodigio tuvo, por desgracia,
los
enemigos en su propio lado: representantes como el fanático visionario Manolo Pencas
que hacían de sus representados marionetas con ideologías políticas, o multinacionales de
ideología neofascista que fabricaban ídolos de la misma manera que los postergaban al
olvido. En definitiva, toda la biografía del niño, de tintes dickensianos, está acompañada de
una serie de personajes, algunos surreales y otros, directamente, crueles. Sin embargo,
cuestiones muy graves como la manipulación o la carencia de personalidad vienen
compensadas por una narración repleta de situaciones humorísticas y febrilmente
delirantes. Con estos ingredientes iremos avanzando por la vida de este genio
incomprendido, desde su nacimiento, a su carrera musical transitando por escenarios de
segunda al lado de su madre y su representante, hasta acabar en un circo, que no es más
que un desguace humano donde van a parar los fracasados, y finalizando en una fuga a
Ibiza, donde finalmente se libera de todos aquellos que lo manipularon durante tanto
tiempo. O al menos es lo que él cree.
Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único?", Santi Balmes y Ricardo Cavolo (ilustrador). Principal de los Libros, 2012. 408 págs. 24'90€
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