jueves, 31 de enero de 2013

Una novela negra sin policía

Forman una pareja insólita. Charli es los músculos y el Nene... bueno, no es que sea un lumbreras, siempre va pasado de rosca, pero es de una fidelidad ciega. Y quien les unió en el mundo del crimen es don Anselmo Antúnez Cabrera, alias Frigorías, un narcotraficante de la vieja escuela en la costa levantina. Durante cuatro años se han dedicado a pasar droga de Oporto a Valencia, aunque últimamente una voz interior le susurre a Charli que ya iría siendo hora de dejarlo.

Una mañana, mientras su colega duerme, Charli agarra las dos maletas con los sesenta kilos de cocían pura de la última recogida y huye. Horas más tarde don Anselmo cuelga el móvil a un angustiado Nene y acto seguido marca el número de Mauro, alias Tiburón, para hacerle un encarguito.

Así empieza una historia adictiva, trepidante, plagada de acción, salvaje y muy, muy real, protagonizada por unos delincuentes de poca monta en pos de sesenta kilos de coca pura... y ni un solo inspector. Pero es que esta es la España de verdad, donde "la policía sólo decomisa un ocho por ciento de la droga que circula por el país. El resto, ni la huele".

Ramón Palomar sorprende y atrapa, desde el primer capítulo, con esta novela ambientada en Valencia, Oporto, Madrid, Tarifa y Tánger, narrada con la eficacia y el ritmo implacable de una película anglosajona a lo Quentin Tarantino o a lo Guy Ritchie, pero de auténtico sabor español, y unos personajes -soñadores, pícaros, pragmáticos, perdedores, luchadores- enormemente humanos.

Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "Sesenta kilos", Ramón Palomar. Grijalbo 2013. Rústica con solapas. 320 págs. 16'90€

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