miércoles, 3 de julio de 2013

Querido Salvador, querido Lorquito

El libro Querido Salvador, querido Lorquito reúne por primera vez toda la correspondencia cruzada entre el poeta andaluz Federico García Lorca y el pintor catalán Salvador Dalí. Se trata, según explica el estudioso Víctor Fernández, responsable de esta edición, de "una recopilación de las cartas conocidas", a las que han intentado añadir "algún documento que no se conociera, como una carta de Dalí a Lorca en la que habla del 'Ulises' de Joyce".

Fernández ha sumado a esta correspondencia cruzada el epistolario de Lorca con la hermana de Dalí, Ana María, con su padre y con Lidia de Cadaqués, o nuevos documentos que ha encontrado como un dibujo que el propio Dalí pide que se llame "Lorca Dalí" (1926), que es de una colección privada. También es inédita una hoja de carta de la finca de Coco Channel, donde estuvo hospedado Dalí, en la que el pintor ampurdanés dibuja una cabeza de un Lorca que ya estaba muerto.

Fernández trata de deshacer el mito de la posible traición de Dalí a Lorca y las razones de aquel 'olé' que exclamó tras conocer su muerte: "En una de las cartas explica que aquel 'olé' era como el grito desgarrador del flamenco o la expresión que se lanza al torero tras una buena faena", aclara.

Querido Salvador, querido Lorquito (Elba Editorial) concluye con una carta al director que escribe Dalí en 1986 a El País, a modo de epílogo de aquella relación, y que fue el último escrito que hizo poco antes de morir; una misiva, según Fernández, "en la que rechaza que aquella relación fuera como una azucarada novela rosa, cuando en realidad fue un amor erótico y trágico por el hecho de no poderlo compartir".

Lorca estuvo presente a lo largo de toda su vida y, como el propio especialista en el pintor, Rafael Santos Torroella, señala, "hay una época lorquiana", que sitúa entre 1925 y 1927. Considera el editor del libro que "la relación homosexual no gusta a algunos expertos, que niegan esa etapa lorquiana e incluso llegan a negar que Lorca aparece en los cuadros de Dalí".

La principal obra que Lorca dedica al ampurdanés es Oda a Salvador Dalí, que el poeta granadino no había dedicado con esas características a un amigo y la publica en la Revista de Occidente. Hay dos cuadros de Dalí que son las obras culminantes en su relación con Lorca: "La academia neocubista", que se encuentra en el Museo de Montserrat, y "La miel es más dulce que la sangre", que está en paradero desconocido y del que el libro reproduce un esbozo. La obra conjunta más importante es, sin duda, "Mariana Pineda" (1927), una pieza teatral con decorados y figurines de Dalí.

Fernández asegura que "hay constancia de cartas destruidas, que es la gran tragedia, especialmente de Lorca a Dalí, pues en sentido inverso se conservan seguramente el 90%". A su juicio, las responsables de la desaparición epistolar son dos mujeres: Ana María Dalí, que vendió muchos documentos cuando Dalí fue expulsado por su familia; y Gala, que mantuvo una especial animadversión hacia Lorca, seguramente por "celos". El propio Enric Sabater, secretario de Dalí, ha explicado a Fernández que "Lorca era un tema que no existía, y del que nunca se hablaba".

En ese epistolario "tan sincero", ninguno de los dos interlocutores baja la guardia, señala Fernández: "Lorca intenta seducir a Dalí y este intenta estar a la altura intelectual de su amigo granadino".

Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "Querido Salvador, querido Lorquito. Epistolario 1925-1936". Federico García Lorca, Salvador Dalí. Elba 2013. 272 págs. 21'00€

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