miércoles, 27 de marzo de 2013

Karl y Anna

Texto de Rubén Gozalo, publicado en melibro.com

Cuando apresan a un individuo le privan de su libertad. Sin embargo, hay un lugar al que no pueden acceder los carceleros, un territorio vedado que está dentro de nuestras cabezas. La capacidad de pensamiento e imaginación es algo que está ahí. Con ella podemos fabular y evadirnos cuando los grilletes nos mantienen encadenados a una existencia miserable. Richard y Karl son dos prisioneros condenados a realizar trabajos forzados en Siberia durante el transcurso de la I Guerra Mundial.

Para combatir la monotonía y hacer más llevadera la carga, Richard detalla a su amigo la relación que vivió con su mujer Anna. A fuerza de escuchar Karl comienza a enamorarse de la esposa de su amigo: se siente cautivado por sus rasgos, por las anécdotas que le cuenta, por su idiosincrasia. Poco a poco la figura de Anna deja de ser una imagen para tornarse en un ser real que desea conocer.

En este sentido, Karl escapará del campamento de prisioneros e irá, cegado por los sentimientos, en busca de Anna. Desea estar con ella, hacerse pasar por su marido. Además el color de sus ojos, el pelo, la tez bronceada y la misma fisonomía… Y es que Karl guarda un parecido extraordinario con Richard. De modo que decide asumir el rol de su compañero mediante la suplantación de su identidad. Todo vale para llegar al corazón de Anna aunque sea la mayor de las mentiras. Lo mejor para Karl es que conoce los más íntimos secretos de la mujer. Conoce esos recónditos lugares de su anatomía gracias a las minuciosas descripciones de su antiguo compañero de celda.

Cuando se presenta en la casa de Anna, ésta muestra recelo y desconfianza. No obstante el conocimiento que tenía Karl sobre ella es tan grande que no sabe qué pensar. Así, las dudas se instalan en su vida hasta que se convence de que Karl es realmente Richard. O al menos es así como le comienzan a ver los vecinos.

De inmediato viven su particular historia de amor. Son el uno para el otro, las dos mitades de una naranja, dos almas gemelas que se necesitan, se comprenden y se entregan a los sentimientos. No obstante, el pasado siempre regresa. La amenaza al saber que Richard puede volver en cualquier momento es tan real que desestabiliza a la pareja. Se refleja el miedo y los temores más profundos.

El libro ‘Karl y Anna‘ de Leonhard Frank nos plantea una fábula en la que la guerra y el amor se fusionan para relatarnos una historia fascinante. Dejando de lado la verosimilitud del relato asistimos a la pasión, los deseos encontrados y a un juego de apariencias. Fingir ser otra persona para conseguir el amor. Enamorarse de un recuerdo, de una textura o de una fragancia, eso es lo que nos propone Leonhard Frank en esta obra rescatada del olvido. La vida es un teatro y en ese escenario el poder del amor es tan grande que llega a vencer cualquier obstáculo.


Disponible en LIBRERÍA SORIANO: "Karl y Anna", Leonhard Frank. Errata Naturae 2013. Rústica con solapas. 112 págs. 14'50€

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